Línea Proletaria

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viernes, 22 de junio de 2012

Sobre la expulsión de los colectivos de Almería y Zamora de la UJCE



Desde unos meses para aquí la dirección de la UJCE viene preparando la expulsión de los colectivos de Almería y Zamora. El proceso se ha ido alargando en el tiempo no porque la decisión no estuviese tomada (de hecho está decidida de antemano previamente a las formalidades del Comité Central de Mayo), sino porque la dirección de la UJCE se encuentra debilitada y desorientada ante la nueva tesitura política y social y ha tenido que peregrinar por gran parte del mapa político del Estado a fin de “atar todo” antes de promocionar entre las bases el ataque contra nuestros colectivos. Esta atadura no consiste en otra cosa que la de intentar crear una especie de “cordón sanitario” contra el peligro bolchevique, buscando un cobarde “pacto de no agresión política” con camaradas de otras organizaciones para que no se genere un debate teórico y político profundo que perjudicaría al revisionismo de la UJCE, demasiado empantanada en el organicismo y en su inexorable camino hacia la derecha, palabrería a parte, y poco preparada para defender su línea oportunista y revisionista ante cualquiera que plantee el debate en términos marxistas, algo por lo que la dirección tiene que perseverar en el menudeo político entre bastidores
La decisión de expulsión que conocemos desde hace un tiempo, no nos quita el sueño a los comunistas, sin embargo hemos de realizar una serie de puntualizaciones a fin que nuestro conflicto con la dirección de la UJCE no quede en un asunto burocrático, pues como decimos este responde a cuestiones más amplias y que hallan su explicación en una dirección que se encuentra acorralada ante el viraje hacia la izquierda del Movimiento Comunista en el Estado español, que teme a unas bases que cada vez están más conectadas con problemas de índole ideológico y que, sobretodo, teme su aislamiento ante este giro que trae de la mano el crecimiento de unas organizaciones y el surgimiento de otras nuevas.    
Ante la acusación formal realizada por el Comité Central de la UJCE que nos acusa de “desviaciones fraccionalistas” no podemos por menos de reconocer que los colectivos mentados nos hemos organizado de un tiempo hacia aquí como “Fracción Roja” para luchar contra el revisionismo en el seno de la UJCE, cuestión para la cual, ante las sucesivas direcciones revisionistas que censuran todo debate[1] sólo podíamos adoptar la forma de una coordinación “clandestina”.


Cargos de culpabilidad

Reconocida nuestra organización para luchar contra el revisionismo en el seno de la UJCE, son varias las acusaciones que la dirección ha ido añadiendo en el proceso sancionador a fin de engordar la base, dentro de su ordenamiento jurídico, para nuestra expulsión. Poco nos importa lo que piensen o digan los oportunistas de toda laya que ocupan cargos de dirección o que son sus brazos de madera entre la militancia. Pero nos sentimos obligados a dar explicaciones a los militantes honestos que continúan en la UJCE, y al conjunto del Movimiento Comunista. Y también a la clase trabajadora y la juventud ante las cuales no hay que “guardar” las problemáticas del movimiento comunista sino que hay que sacarlas a la luz pues éstas forman parte de la lucha proletaria. Lo que los revisionistas esconden y ocultan o pretenden solucionar con despachos burocráticos ajenos al proletariado, los comunistas lo tratamos y clarificamos sin problema ante el conjunto de la vanguardia y de la clase, pues ello solo puede fortalecer las posiciones de la Revolución y desenmascarar las de la reforma. Por todo esto hemos de reconocer como se concretan las ambiguas acusaciones que la dirección ha estado filtrando, dicho sea de paso, más allá de lo que sus responsabilidades en la UJCE aconsejarían:

- Somos culpables de haber participado en la Escuela Unitaria de Jóvenes Comunistas coadyuvando a la lucha ideológica con otras organizaciones, mientras la dirección de la UJCE se escondía en su sectarismo. También somos culpables de haber organizado multitud de actividades, de charlas, de escuelas de formación, de debates con diversas organizaciones del movimiento comunista abriendo nuevos espacios para el debate, la lucha teórica y el encuentro.
- Somos culpables de contravenir la línea política de la UJCE por estudiar y analizar los más importantes procesos revolucionarios que se están dando en el Mundo, como el que abanderan los camaradas del PCI (M) en India con la Guerra Popular. Además somos culpables de haberla defendido públicamente siendo así consecuentes con el Internacionalismo Proletario que nos demanda la lucha por el comunismo. Algo que, no podemos negar, seguiremos realizando muy a pesar de la dirección de la UJCE de donde en su día salieron graves insultos contra los comunistas indios o los independentistas kurdos que fueron tildados de “agentes de la CIA[2].
- Somos culpables de publicar órganos teóricos, como La Línea Obrera y Espacio Rojo, los únicos que se publicaban desde dentro de la UJCE y que hacen de la formación y el estudio colectivo no algo puntual en la vida militante, sino la constante en torno a la que ha de forjarse cada cuadro comunista. Presentando en ellos estudios sobre diversos temas que nos han llevado indefectiblemente a desarrollar la lucha teórica y política por reconstituir el comunismo de cara a la lucha revolucionaria en el Estado español. En este sentido también hemos de reconocer nuestra culpa por realizar análisis sobre la reforma laboral fomentando con ello el estudio entre la militancia de base, con el objeto de formar cuadros comunistas que sepan manejarse ante las masas en el mayor número de cuestiones posibles y que no actúen como autómatas ante los mandamientos del reformismo oficial.
- Somos culpables de luchar contra el revisionismo y decir abiertamente que el sindicalismo es reformismo y que las organizaciones tras de las que van los oportunistas en cada manifestación no son más que las organizaciones de la aristocracia obrera y que por su contenido de clase defienden intereses contrapuestos a los de las masas proletarias. Hecho por el cual aunque sean atacados hoy por el gran capital sus intereses de clase se siguen identificando con el pacto social que les brindaba el imperialismo y no con la Revolución Socialista, algo que ocurre tanto por ese carácter de clase ligado a los opresores como por la inexistencia de un verdadero y firme referente revolucionario.
- También recae la culpabilidad sobre nuestros huesos porque nos hemos posicionado de manera decidida en contra del cretinismo parlamentario y de todas aquellas prácticas que en las instituciones no son más que el reflejo político de las luchas económicas y que solo hacen que mantener los prejuicios parlamentarios entre sectores de la clase obrera que se ven engañados por quienes dicen representarlos.
- Somos culpables por haber defendido el comunismo científico frente a las desviaciones revisionistas que pretenden cambiar conceptos para cambiar contenidos. Y la mejor muestra de esto la encontramos en nuestras sucesivas controversias en torno al concepto de dictadura revolucionaria del proletariado. Para el revisionismo este es un concepto del pasado que ha de ser cambiado por la última moda que exponga la intelectualidad burguesa en sus escaparates y pueda adornar alguna campaña electoral. Para nosotros sigue siendo el modo más correcto de definir al Socialismo como etapa previa al Comunismo en la que el estado proletario, el estado de nuevo tipo será la democracia de las hondas masas proletarias y la dictadura contra las viejas clases dominantes. Pero las soflamas contra la dictadura del proletariado que hemos visto en cada Congreso, en cada Conferencia, en cada reunión; son tan viejas como la lucha de clases entre proletarios y burgueses. Y aquí los opositores del comunismo no aportan nada nuevo, aunque lo crean así, y no son más que una burda copia de los renegados de cualquier época: Bernstein, Kautsky, Jruschev, Carrillo, etc. y que están tan acostumbrados a tratar con la aristocracia obrera y a pulular por las instituciones del capital que temen como a la peste los resultados de la lucha de clases del proletariado.

Las  vías “políticas” de resolución

      En cuanto a las vías de resolución del conflicto tomadas por la dirección, más que “vías políticas” habría que decir vías administrativas. Cuanto más hemos incidido en el estudio del marxismo más hemos comprendido las contradicciones antagónicas entre el comunismo y la práctica de la UJCE. Todo requerimiento por esta vía, por el debate ideológico, ha sido censurado.
A inicios de 2011 el colectivo de Zamora mantuvo una reunión a petición de la dirección central con el Secretario General de la UJCE y con los secretarios político y de organización de Castilla y León. Los miembros de la dirección se presentaron en Zamora sin ningún orden del día, a pesar de ser ellos quienes promovieron tal reunión[3]. El colectivo de Zamora presentó un análisis sobre su situación que se remontaba a 2009 y esclarecía temas como el de la “Carta a la militancia de la UJCE y al conjunto de organizaciones comunistas del Estado español” que se publicó en marzo de 2010, previa al XI Congreso de la UJCE. El análisis de la citada reunión se centró en una autocrítica del colectivo y una crítica del conjunto de la Unión. Zamora marcó que se había centrado en el estudio y la formación ideológica en detrimento de otras labores, desligándose para ello de lo mandatado por los órganos pertinentes, y que esto era porque la UJCE carecía de plan formativo y la ideología comunista no se tenía en cuenta a la hora de abordar la práctica política. Zamora presentó un modelo de formación “urgente” basado en el estudio colectivo de los clásicos del comunismo ante las importantes carencias teóricas de la militancia. La dirección “tomó en consideración” la crítica y acabada la reunión la Secretaría General se dedicó a propagar la idea entre los militantes de base del Estado de que Zamora había hecho autocrítica por sus “desviaciones teoricistas”, las cuales, por otra parte, nunca se han especificado al colectivo de Zamora, si dejamos de lado los adjetivos carentes de contenido político a que nos tienen acostumbrados aquellos que hacen apología de ignorar todo lo que no saben.
A partir de ahí, en diciembre de 2011, una propuesta para ser cooptados al Comité de Dirección Regional, para cubrir un puesto con el fin de “limar diferencias”,  resume el cómo se concibe la resolución de los problemas ideológicos y políticos: a través de la conciliación burocrática.       
En el caso de Almería, la dirección de la UJCE, la secretaría general, ha mantenido contactos desde principios de año a raíz de la participación de los camaradas en la Escuela Unitaria en Madrid. Fueron muchos los militantes de la UJCE que acudieron a las ponencias de la Escuela, mas fueron los camaradas almeriense quienes realizaron una ponencia como Juventud Comunista de Almería. Este hecho puso en guardia a la dirección, que mientras tenía lugar este primer encuentro juvenil, se dedicaba a certificar que mantiene las siglas históricas de la Juventud Comunista en el estado español, pero no tiene ninguna intención de darles contenido revolucionario a las mismas. Se puso a los camaradas participantes a expensas del “Comité de Garantías y Control” en medio de todo un conjunto de enrevesadas propuestas de la secretaría general para finiquitar el conflicto: desde una carta de autocrítica[4] hasta una salida voluntaria de la UJCE para evitar el mal trago de la expulsión intentando así “salir todos ganando”. Maneras de politiqueo burgués, juego de oportunistas al que los camaradas de Almería no entraron, pues como venimos señalando es el debate ideológico y político el único marco en que se pueden abordar los problemas del movimiento comunista y no en la conciliación burocrática. Porque a fin de cuentas la “salida voluntaria” habría sido ocultar la bancarrota de la dirección de la UJCE que se haya ante la disyuntiva de abrazar completamente el oportunismo dejando a un lado su parafernalia “roja” o, por otro lado, (y como está sucediendo) dedicarse a añadir la palabra socialismo en algunos de sus escritos y consignas a fin de “endurecer” las apariencias para alargar un poco más en el tiempo el proceso de desenmascaramiento a que están siendo llevados por parte de las bases de la organización y de parte del movimiento revolucionario.
Tras esto, la dirección central comunica al colectivo de Almería que pasaría a disposición de la Comisión de Garantías y Control cerrando lo que la dirección de la UJCE llama “vías políticas”.   
Pero estos modos de confundir la política con la burocracia, no son exclusividad de la relación del Comité Central para con los subversivos militantes de Almería y Zamora. Cualquiera que se haya interesado por la no asistencia de la UJCE a la Escuela Unitaria de Madrid, en 2011, ha podido comprobar como la dirección se ha plegado a cualquier debate teórico o político intentando esquivar las preguntas, que solo pueden ser respondidas por el sectarismo y por la confusión política de esta dirección, remitiéndose a “fallos de comunicación” entre los organizadores y la UJCE.

A cuenta del fraccionalismo

Es importante la cuestión del fraccionalismo pues la ignorancia, convertida en dogma por el revisionismo, puede llevar a tildar a nuestra fracción de “trotskista”, cuando nada más lejos de la realidad.
Las fracciones, las corrientes internas en el partido son censuradas en Rusia en el X Congreso Extraordinario del PC (b) en medio de los sucesos contrarrevolucionarios de Cronstadt que anunciaban las dificultades futuras que el país soviético iba a atravesar en forma de lucha de clases al implementar la dictadura revolucionaria del proletariado: En el terreno ideológico defendiendo el sostenimiento de la justa línea de socialismo en un solo país frente a la “revolución permanente” trotskista o las tesis derechistas de Bujarin. En el terreno político emprendiendo la transformación del campo abriendo la guerra contra la clase kulak.
Hasta aquel momento siempre existieron fracciones, es decir, corrientes más o menos organizadas en el seno del partido, primero en el socialdemócrata donde los bolcheviques (los “mayoritarios” durante el II Congreso del POSDR) eran tan solo una fracción (de hecho su “mayoría” se vería truncada poco después). Y posteriormente en el bolchevismo la lucha de dos líneas va a ser constante siendo crucial los momentos de combate entre leninismo y trotskismo que en un país donde la guerra civil está latente, al elevar la Revolución Socialista las contradicciones sociales a su máximo apogeo, se acabarían sancionando por medio de las armas.
Pero siendo justos con la historia política de la clase proletaria no es por esta situación por la que “fracción” se identifica con trotskismo. Esta correlación viene definida por las tesis en torno al partido obrero que formulase el ucranio y que chocan frontalmente con las tesis leninistas de organización, las cuales desconoce la dirección de la UJCE o, al menos, ha de reconocer, jamás ha puesto en práctica, salvo que quiera suscitar la risa entre los sectores organizados de la clase obrera que están en contacto con la experiencia bolchevique.
Para Lenin el partido obrero de nuevo tipo es la unidad entre los principios incólumes de la teoría comunista con el movimiento de masas. Esto no significa que quien se arroga el nombre de vanguardia vaya corriendo tras de todo tipo de movimiento espontáneo para que las masas le permitan repartir su panfleto y, si cabe, introducir alguna consigna que, por fuerza, solo podrá ser reformista. La unión entre teoría y práctica, entre vanguardia y masas requiere de una relación entre ambas de tal modo que la acción de este movimiento político organizado permita superar las condiciones en que se encuentran las masas, es decir, permita al proletariado ejecutar su programa revolucionario a través de sus propias instituciones y organismos, los cuales deben ser un producto consciente del partido revolucionario, como núcleo desde el cual se proyectan concéntricamente los instrumentos de la revolución, implicando a unas masas que difieren tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo.
Y esta unidad que en lo político significa plasmación del Programa Revolucionario, es decir, conquista de la dictadura revolucionaria del proletariado, sea en un barrio, en un pueblo o en un país; en lo organizativo se concreta mediante la concepción del partido como una suma de organizaciones de todo tipo que es desde donde la vanguardia ejecuta, con las masas, la revolucionarización de las condiciones de vida de la clase obrera. Y todo ello detalladamente estructurado por el núcleo dirigente de la Revolución y regido por el más escrupuloso centralismo democrático.
En el otro extremo anida la concepción de Trotski, que sigue las viejas concepciones socialdemócratas en torno al partido obrero. Para Trotski la vanguardia, como destacamento que conoce el marxismo, debe involucrarse en el movimiento espontáneo de las masas y a través de éste ganarse sus simpatías. En definitiva crear “conciencia revolucionaria” desde las luchas reformistas y parciales de la clase obrera, desatendiendo la creación independiente de los distintos organismos de que se valdrá el comunismo para ganar, desde el punto de vista revolucionario, a las masas. En este sentido, Trotski limita al partido revolucionario a ser una FRACCIÓN del movimiento obrero  de masas que se va amoldando a la situación concreta de los movimientos de masas para insertar su mensaje. Por ello en los años treinta llegó a pedir a sus seguidores, o a los que él entendía como tales, que se uniesen a los partidos socialdemócratas para hacerles dar un vuelco en su política. Es decir, que se integrasen en un amplio movimiento de masas, ya encuadradas y reformistas, para dar un golpe de mano y guiarlo hacia “otro tipo” de reivindicaciones. En definitiva reformar un organismo social que se ha construido desde unas bases distintas a las de la revolución proletaria tomando las luchas espontáneas de las masas como principal elemento sobre el que debía incidir una “vanguardia” que no había creado las condiciones políticas para movilizar masas con el Programa de la Revolución.
Esta estrategia “trotskista” de construcción política, pegada a las luchas económicas, es a fin de cuentas la del entrismo sobre el que intentó crear el PCE de Carrillo su movimiento de masas a través de las Comisiones Obreras y la que hoy día aun sostiene la dirección de la UJCE aunque con patéticos resultados, salvo que nuestros ya exdirigentes quieran apuntarse como suyo el tanto de la Huelga General convocada por la vanguardia de la aristocracia obrera en marzo. Y es también la excusa sobre la que se protege la dirección de la UJCE para defender el mantenimiento de la Unión en ese entramado que gestiona (y por tanto ejerce) la dictadura del capital. Ya que el “proyecto estratégico” sigue siendo presentado como un frente a través del cual los “marxistas-leninistas” pueden desarrollar la lucha por el socialismo. Patraña a la que últimamente se ha unido la de tildar, al menos de puertas para dentro, a la organización de los Cayo Lara, Llamazares, Garzón etc. como un “movimiento político de nuevo tipo” en ese empeño que tiene el revisionismo por impregnar algo de “revolucionario”, aunque sea fraseología hueca, a sus viejos esquemas.  

Un debate que no debemos cerrar

Sentado esto y cuando el revisionismo nos pretende dar lecciones sobre “organización leninista” llamamos a la militancia de base a que estudie por sí misma la concepción leninista del partido obrero. Porque el revisionismo se centra en el aspecto organizativo (el cual deforma al observarlo unilateralmente) y se olvida por completo de todo lo que es condición necesaria para poder hablar de centralismo democrático. Porque la dirección de la UJCE se llena la boca con el “leninismo” hablando de la defensa de los estatutos de la Unión para, a continuación, en el terreno de la ideología y la política,  meter una mano entre toda la literatura revisionista “del siglo XXI” que “demuestra” lo “obsoleto” de las teorías políticas de Lenin y la otra en el cesto de las subvenciones estatales vía “proyecto estratégico”.
Algo que se traduce finalmente, tras tantos años de parasitismo ideológico, en una completa falta de formación y en una sonrojante descontextualización de todo debate histórico, que convierte cualquier referencia a la experiencia de la Revolución Proletaria Mundial, en forma de cita, de estos dirigentes oportunistas, en un ejercicio de mal gusto que valida para representar folclore político, pero desautoriza para emprender cualquier empresa política proletaria medianamente seria.
Los colectivos comunistas de Almería y Zamora ya no formamos parte de la UJCE sin embargo seguiremos realizando nuestra lucha contra el oportunismo y el revisionismo que son los principales enemigos que hoy tiene enfrente la clase proletaria. Comprendemos que para alcanzar la unidad comunista es necesaria la escisión con el oportunismo, es imprescindible romper con la teoría y la práctica revisionista. Sin todo ello es imposible pensar en la unidad revolucionaria del proletariado en un movimiento revolucionario organizado.

Acabamos este comunicado en el que hemos querido repasar nuestro proceso de expulsión  instando a los militantes honestos de la UJCE a la sistematización del debate y a la organización. Los revisionistas que nos han expulsado de la UJCE son precisamente los que más daño hacen a la organización pues lejos de promover la formación de cuadros comunistas en las problemáticas de nuestro tiempo, insertadas en la lucha por reconstituir al movimiento comunista como el movimiento revolucionario de la clase obrera, se limitan a guiar a la juventud hacia las posiciones del reformismo que significa, en definitiva, renegar de la lucha revolucionaria y plegarse ante intereses de clase ajenos a los del proletariado.

“¡La unidad es una gran cosa y una gran consigna! Pero la causa obrera necesita de la unidad de los marxistas, y no la unidad de los marxistas con los enemigos y los falseadores del marxismo”

V.I. Lenin

Juventud Comunista de Almería
Juventud Comunista de Zamora
A 22 de Junio de 2012
Estado español


[1] Hasta tal punto llega la histeria revisionista por aplacar cualquier debate de calado, que no le importa realizar todo tipo de maniobras burocráticas, por absurdas que sean. Un ejemplo: durante el último Congreso de la UJCE, en abril de 2010, llegaron al Congreso dos enmiendas sobre IU, de la organización de Castilla y León, que reclamaban que la UJCE se fuese de la coordinadora por ser, su práctica, incompatible con la defensa de los intereses revolucionarios de la clase obrera. Si ya la delegación del CC en la Conferencia de Castilla y León se partió el pecho contra dichas enmiendas remitiéndose al PCE… durante el proceso congresual el debate en torno a IU, se cambió de orden (cosa que no pasó con ningún otro) hasta en tres ocasiones en las que se pasó el debate de una Comisión a otra, mareando la perdiz, hasta que al fin, en la madrugada del domingo se pudo debatir sobre IU. Eso sí, los tiempos se limitaron para la defensa de las enmiendas (no para la Mesa) y se eliminó el derecho a réplica contra la Mesa (algo que no ocurrió con otros debates) defensora de la línea oficial. A pesar del centralismo burocrático, algo más de un 20% de los delegados votó por esas enmiendas.

[2] Cualquiera que asistiese a la última sesión del XI Congreso de la UJCE, cuando las dos Comisiones que se crearon volvieron a unirse para solventar las últimas enmiendas, pudo ser testigo de la bravuconada en cuestión, protagonizada por el que fuera responsable de relaciones internacionales de la UJCE, que para negar cualquier análisis, debate o ejercicio de solidaridad en torno a estos procesos no dudó un solo instante en utilizar la mentira, el insulto y la provocación.  

[3] Concretando un poco más, esta reunión era el inicio de la “ronda de contactos” de la dirección central con los colectivos locales. El Secretario Gral fue acompañado a Zamora de una especie de test o formulario que la militancia debía conocer con tiempo de sobra para responder, tal y como se comentó. No obstante la “rapidez” de la reunión imposibilitó a nuestro exdirigente enviarlas con antelación. 


[4]Nos vemos obligados a hacer aquí un receso. Para la dirección de la UJCE la “autocrítica” no consiste en lo que todo marxista debe entender como tal: en analizar la actuación propia dentro del conjunto de circunstancias en que uno se desenvuelve sacando las conclusiones pertinentes, sean “positivas” o “negativas”, de tal modo que la síntesis sobre esa actuación permita mejorar las actuaciones siguientes. Algo que en este caso significaba reconocer el sectarismo de la UJCE y todos los esfuerzos que la dirección puso en minimizar el encuentro de diciembre, así como sacar a relucir los límites de la línea de construcción política de la UJCE. Para la dirección de la UJCE la “autocrítica” de los colectivos ha de limitarse a dar salves a sus dirigentes y reconocer los pecados cometidos.



domingo, 17 de junio de 2012

La represión no cesa: 4 imputados por concentrarse frente a Bankia


Cuatro compañeros han sido recientemente requeridos por el juzgado como imputados por supuestos hechos punitivos acontecidos en la concentración que tuvo lugar frente a la sucursal de Bankia el pasado 25 de Mayo, en solidaridad con una familia obrera a la que la entidad desahució.

Los presentes en el acto tuvieron que sufrir las provocaciones de algún empleado así como de otros elementos cuya misión es la de criminalizar a los movimientos sociales. Los participantes de la concentración mantuvieron en todo momento la serenidad, sin embargo ahora cuatro compañeros van a tener que declarar ante el juez, este mismo martes, a la espera de ver que se les acusa y si el aparato jurídico del Estado continua una nueva farsa emprendida por las fuerzas del orden complacientes siempre con aquellos que hacen que los pobres lo seamos cada día un poco más.

Desde la JCZ mandamos nuestro saludo y apoyo a estos compañeros que se unen a otros 13 compañerxs contra los que el Estado vertió su odio por manifestarse contra los concejales que representan a los caciques y explotadores locales. 

domingo, 10 de junio de 2012

Concentración frente a Bankia el día 12

El próximo día 12 de Junio ha sido convocada una concentración frente a la sucursal de Bankia (antigua Caja Madrid) en Tres Cruces. Si hace dos semanas los compañeros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca convocaron con el objeto de denunciar la situación de una famila de trabajadores a los que Bankia ha robado su hogar por quedarse estos en paro, la convocatoria del martes está destinada a denunciar el rescate, a través de su nacionalización,  de una organización que está ejecutando el 80% de los deshaucios en el Estado español.

MARTES 12 DE JUNIO DESDE LAS 11,
 FRENTE A BANKIA (TRES CRUCES) 

BANKIA BUITRES

lunes, 4 de junio de 2012

Edición especial de Leninradio: Represión a los Movimientos Sociales

MONOGRÁFICO SOBRE REPRESIÓN A LOS MOVIMIENTOS SOCIALES


Estos han sido algunos de los temas que han ocupado nuestro espacio: La represión durante las protestas mineras en Madrid, la Huelga General del 29M (especialmente en Catalunya con el sangrante caso de la compañera Laura de CGT) y el desalojo de Somonte. El acoso al movimiento estudiantil con la reciente ocupación policial del Campus de Somosaguas de la UCM, o el desalojo de la Biblioteca Pública de Ourense. Nos acordamos de Sergio y Omar, dos compañeros antifascistas de Pucela, que en base a un montaje policial han sido condenados a prisión . También hablamos sobre la represión al movimiento comunista, en especial nos centramos en el caso de los militantes de CJC en Asturies, que el año pasado pasaron por los calabozos de la Audiencia Nacional. Y cerramos entrevistando al compañero Aritz, que nos habla del juicio contra dos miembros de la Ertaintza tras los hechos ocurridos en Bilbo durante el desalojo del gaztetxe de Kukutza.


EDITORIAL DE LENIN RADIO: REPRESIÓN EN EL ESTADO ESPAÑOL

  • Recientemente salía a la luz un trabajo del señor David Piqué, alto mando de los Mosso´s d´Esquadra, presentado en 2009 como proyecto final en un Máster titulado “Políticas Públicas de Seguridad”. En él, y sin tapujo alguno, este cuadro de la burguesía expone con todo tipo de detalles las tácticas policiales en la lucha callejera… “Incluso si la concentración o manifestación, que es lo que estamos hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes para calentar el ambiente. También se pueden hacer "redadas" preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar drogas o lo que sea necesario. La "redada" estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.”
Pero esto es prueba de aprendiz si lo comparamos con toda la producción intelectual que en las últimas décadas han generado multitud de “institutos de investigación urbana y centros de entrenamiento militares”, y que tienen como objetivo reconsiderar las operaciones militares y policiales en el territorio urbano: Los nazis entrenaron en el gueto de Varsovia,  Israel lo practica y perfecciona  en Palestina.
La clase dominante está preparada. La clase dominante se sigue preparando.
  • Sin causar ruido y con la normalidad que envuelve al 99% de las tramitaciones parlamentarias, en 2010 se reformó, a través de la L.O. 5/2010 el Código Penal que, en otras cosas, redefine el término y concepto de terrorismo con el objeto de responder a los nuevos modos operacionales de la disidencia, de tal modo que en torno al mantra de los delitos por terrorismo pueden incluirse “delitos de propaganda” y “colaboración por adoctrinamiento”.
  • Entre tanto los recortes sociales que impone la burguesía para reestructurar las condiciones políticas y económicas de su régimen exacerban los ánimos del proletariado y las masas populares, mientras todo el aparato de propaganda del capital (compuesto por gran cantidad de radios, TV, periódicos, portales de internet…) en manos de unos pocos, dispara sobre las capas más consciente de la juventud y la clase obrera. Por supuesto, a esta danza representada por los pesebreros de las distintas tertulias, se une la burocracia política, pandereta en mano, para mantener el nivel de criminalización y provocación frente a los desposeídos: Wert, Aguirre, Puig, Cifuentes son solo un pútrido ejemplo.
La clase dominante quiere cerrar el paso a cualquier alternativa y aplastar a la disidencia organizada y nos quiere concienciar como mejor sabe: censurando, sancionando, apaleando, secuestrando, torturando.
Gobernar es imponer intereses de clase y los capitalistas llevan demasiado tiempo haciéndolo. En este sentido nuestra época no aporta novedades a la lucha de clases, si bien son muchos los que en el último año han conocido la realidad social a base de ser golpeados por la misma con su paro, sus deshaucios, etc. y en especial, descubriendo el carácter de clase de las fuerzas del orden y su función de mantenimiento de los privilegios sociales.
  • El programa de LeninRadio dedicado hoy a casos concretos de represión, no va enfocado a pedir la democratización, ladepuración o la transparencia de los cuerpos represivos policiales o judiciales, pues a éstos la democratización más amplia que puede existir, necesariamente les llegará bajo la forma de eliminación y de la mano de un movimiento obrero revolucionario.
  • Tampoco va destinado nuestro LeninRadio a presentar, a quienes sufrimos en nuestras carnes la violencia del sistema, comovíctimas, ya que esa categoría encierra demasiados elementos de “accidentalidad”, de “pasividad” y de “externalidad” con respecto al conflicto social que nos rodea. Cuando precisamente la “accidentalidad” y aleatoriedad de la represión tienen como causalidad primera el que formamos parte de una misma clase. Y esta represión lejos de recaer sobre personas ajenas a las penalidades de la vida, se ceba con aquellos que dentro de los oprimidos sienten la necesidad de activar su vida del único modo que podemos hacerlo los parias y los explotados, dedicándola a la lucha. Afrontando la realidad de forma serena y sin miedo al enemigo y comprendiendo las implicaciones que ello conlleva.
  • Mientras los botes de humo vuelan por las cuencas mineras de nuestros hermanos de León y Asturies, y mientras Bankia sigue tragando miles de millones de las cuentas del Estado, entre el martes y el miércoles 10 jóvenes eran detenidos en Catalunya acusados de ocasionar disturbios durante la última Huelga General. En total en 2 meses se han realizado más de 100 detenciones. Dos de los últimos han pasado a prisión preventiva, y a cinco se les acusa, por parte de los Mosso´s,  de  “presunta comisión de un delito de integración en organización de criminales”así como otros de “asociación ilícita, desórdenes, daños y contra el ejercicio de derechos fundamentales.” Esto significa aplicar el art. 577 del Código Penal, sobradamente conocido entre la juventud vasca.
  • Durante el mes de mayo en Milán (Italia), un Tribunal condenó a 11 comunistas a penas de hasta 9 años de prisión. Se les detuvo en 2010 acusados de planear atentados, de integración en organización armada y con fines terroristas. Los jueces han reconocido que ni planeaban atentados ni eran una organización armada. Sin embargo irán a la cárcel sentenciados por integrar una “organización subversiva” (Son militantes del Partido Comunista PM). Consciente de la situación uno de los comunistas gritó "La única justicia es la proletaria y el verdadero terrorismo es el del Estado"La justicia es una construcción social y nada podemos esperar del armazón con que se protege el capital.
Mao Tse Tung decía que el proletariado revolucionario, que el movimiento comunista, ha de despreciar al enemigo en lo estratégico y tenerlo en cuenta en la táctica. En definitiva, que los objetivos finales no nos los puede marcar la política del enemigo. Pero ello ha de unirse al meticuloso y riguroso conocimiento de todos los instrumentos que ese enemigo tiene a su disposición. Que cada cual saque sus conclusiones.
La Juventud Comunista desde LeninRadio- Onda Roja