En los últimos años estamos siendo testigos del aumento de las movilizaciones de la extrema derecha en nuestro país. Se está produciendo un más que preocupante resurgimiento y auge del movimiento fascista, no ya sólo en España, sino también en toda Europa.
Este movimiento cuenta cada día con una mayor permisividad por parte de las autoridades gubernamentales, que no ponen traba alguna para que los fascistas puedan campar a sus anchas. Las instituciones no están haciendo absolutamente nada (salvo casos aislados en los que se anuncia a bombo y platillo alguna macro-operación que acaba, como mucho, con una decena de detenidos) frente a un movimiento que está integrado por los herederos del franquismo, del fascismo y el nazismo, los cuales no dudan lo más mínimo en agredir, atacar, e incluso llegar a matar a quien trata de plantarles cara.
Resulta una vergüenza observar como ni con tan siquiera la reciente muerte de un joven antifascista madrileño a manos de un militar nazi, se está impidiendo que organizaciones como Democracia Nacional -que llegó a amparar y justificar públicamente el asesinato del compañero Carlos Javier Palomino- puedan salir a la calle sin ningún problema.
Los antifascistas empezamos a estar ya muy hartos de la gran campaña mediática que existe, intentando por un lado mostrar a los fascistas como buenas personas, como individuos con una ideología como cualquier otra, y en otros casos –siendo más grave aún- equiparar a los que defienden la intolerancia, el rechazo a lo de fuera, la injusticia, la irracionalidad... con los que defendemos la solidaridad, el internacionalismo, la justicia, la igualdad…. Con el beneplácito del Gobierno se está intentando equiparar a fascistas y antifascistas, humillando la memoria de millones de republicanos que lucharon contra el fascismo durante la Guerra Civil.
Lo sucedido el pasado domingo 1 de Junio, es un episodio más de toda esta trama que empieza ya a oler muy mal. Ese día pudimos observar como la policía montó un gran dispositivo para permitir que los racistas se manifestaran sin ningún peligro ni problema, y vimos también como los cuerpos de seguridad del estado emplearon una gran violencia para impedir que pacíficamente jóvenes y adultos antirracistas mostraran su rechazo ante una minoría que se consideran superiores al resto.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España queremos mostrar nuestra total solidaridad y apoyo a todos los detenidos y a todos los heridos del pasado domingo, así como dar ánimos para seguir luchando a todos aquellos que no están dispuestos a consentir que descerebrados fascistas salgan a la calle mostrándose orgullosos de lo ignorantes que son.
LA SANGRE DERRAMADA NO SERÁ OLVIDADA
NI UN RESPIRO AL FACSISMO
LIBERTAD PARA TODAS/OS LAS/OS DETENIDAS/OS
Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE)
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