lunes, 3 de agosto de 2009
EDITORIAL: ¿Reforma o revolución?
Corría el mes de abril de 1899 cuando Rosa Luxemburgo escribió esta obra en un momento duro y complicado para el movimiento socialista y en especial para el Partido Socialdemócrata Alemán dentro de el cual militaba. La política que había asumido gran parte de la militancia y de la dirección del SPD había conseguido instituir en su seno el reformismo mas rancio y trasnochado, aquella infamia política tenía nombre era mi mas ni menos que Eduard Bernstein uno de los mayores elementos revisionistas y contrarrevolucionarios que la II Internacional albergaba en sus entrañas.
En el prologo de Reforma o revolución la autora deja clara cual es verdaderamente la auténtica razón que le mueve a escribir el texto y consiguiendo en cuatro frases deslindar con la idea de la reforma que supedita los intereses de la burguesía a lo que debe ser el fin último para todos aquellos que nos reclamamos comunistas. “Su teoría tiende a aconsejarnos que renunciemos a la transformación social, objetivo final de la socialdemocracia, y hagamos de la reforma social, el medio de la lucha de clases, su fin último. El propio Bernstein lo ha dicho claramente y en su estilo habitual: “El objetivo final, sea cual fuere, es nada; el movimiento es todo”. El análisis es certero y diáfano, la contrarrevolución se asienta en torno a dos cuestiones políticas fundamentales; por un lado el reformismo, “hagamos de la reforma social, el medio de la lucha de clases, su fin último” y por otro el espontaneísmo “el objetivo final, sea cual fuere, es nada; el movimiento lo es todo”. Con estas premisas, hemos conseguido de alguna forma poner en cuestión esa concepción científica y racional de que la Historia es lineal y no cíclica, dado que a pesar de que haya mediado mas de un siglo entre lo que la camarada Luxemburgo escribió y lo que algunos de las organizaciones que nos denominamos comunistas decimos en nuestros documentos políticos reproducen de forma implícita el debate entre Bernstein y la revolucionaria espartaquista. ¿Cómo es posible que hayamos conseguido detener el reloj de la Historia después de haber pasado ante nuestros ojos los hitos y hazañas del proletariado mundial? ¿Hemos conseguido cegar la voluntad revolucionaria asumiendo el discurso del enemigo? ¿O es nuestra miopía revolucionaria quien nos ha conminado a olvidar cual es nuestra esencia y cuales son motivos de nuestra existencia? Obviamente los errores cometidos por parte de nuestros referentes históricos, crítica que debemos hacer extensiblemente a todos aquellos países en los que el socialismo fue algo “real”, y el triunfo final de las tesis revisionistas y liquidadoras tanto en la Unión Soviética como en China son indicativas de que esta gran empresa que es acabar con el sistema de opresión y acumulación capitalista y la creación de la nueva sociedad no es una tarea fácil y que necesita del máximo trabajo y de la abnegación para destruir hasta el mas mínimo vestigio de “lo viejo”. El resultado de todo esto es la actual situación de postración y derrota de la que es víctima no sólo el movimiento y por ende el proletariado, sino lo que es mas grave, la misma ideología que ha sido relegada a pesar de ser la concepción más avanzada del mundo que sintetiza y sistematiza los tres pilares fundamentales del pensamiento, a ocupar un lugar marginal ya no dentro de lo que se ha dado en llamar los “movimientos sociales” que se inscriben dentro del amplio espectro de la autodenominada “izquierda transformadora” sino siéndolo también, aunque suene a anatema, dentro del ámbito estrictamente académico y científico.
Ahora bien, ¿Cuál deben ser las tareas en la actualidad de los destacamentos de vanguardia? ¿Debemos por lo tanto perdernos en el laberinto político que supone que las organizaciones comunistas nos dediquemos a organizar las luchas inmediatas de las masas? o ¿volver a armarnos de conciencia revolucionaria para que ese trabajo de masas tenga verdaderamente una proyección política en la elevación de éstas? El repunte actual de las luchas inmediatas en base al nuevo ataque por parte del capital contra la aristocracia obrera, ha puesto a las organizaciones revisionistas en pie de guerra descubriéndoles un nuevo camino, obviamente y como es propio de ellos, el mas corto, hacia las masas. La actual crisis del capitalismo, que no es mas que un nuevo episodio del atasco sistémico del pútrido sistema social que otorga la posición dominante a una minoría frente a la mayoría subalterna, parece haberse revelado como la chispa que puede encender la pradera y que puede conseguir de alguna forma que el oportunismo táctico de algunos se apunte un tanto para sus proyectos. No es minimamente honesto plantear una salida a la crisis intentando reformar el sistema, mostrarle a las masas el rostro amable del capitalismo es todo aquello que Rosa Luxemburgo rechaza en “Reforma o revolución” por lo tanto muchos de los que nos autodenominamos comunistas con nuestras soluciones a corto plazo y que intentan encontrar una salida intermedia que concilie ciertos intereses con los de la clase obrera, sólo nos convierte en los “Bernstein`s” de turno, colocándonos en el plano mas alejado del fin último de los comunistas: el comunismo.
Desgraciadamente el tiempo y las derrotas no nos han dado la perspectiva que deberían. Mientras el movimiento sigue inmerso en las tinieblas y camina a tientas en busca de extraños fuegos de artificio, frentes populares y terceras repúblicas, pero no hay nada que no tenga solución y si nos planteamos de forma seria y honesta cual debe ser nuestra misión actual en el Estado español y llegamos a enmendar todos aquellos errores que nos han llevado siempre a sucumbir en una maraña de derrotas políticas sociales y bélicas, pero que analizadas con un verdadero método dialéctico pueden parapetarnos a la victoria, esto es lo que escribía Rosa Luxemburgo poco antes de ser asesinada vilmente por las fuerzas de la contrarrevolución en Berlín tras el intento de asalto al cielo del proletariado alemán en 1919: “¿Qué nos enseña toda la historia de las revoluciones modernas y del socialismo? El primer estallido de la lucha de clases en Europa: el levantamiento de los tejedores de seda de Lyón, terminó en una derrota. El movimiento cartista en Inglaterra terminó en derrota. La insurrección en París en 1848 fue una derrota. La Comuna de Perís resultó otra terrible derrota- El camino hacia el socialismo esta sembrado de derrotas. Y sin embargo paso a paso ese camino conduce a la victoria final. ¿Dónde estaríamos nosotros hoy sin esas derrotas?”.
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3 comentarios:
Salud camaradas.
Parece claro que nuestro objetivo debiera ser la revolución...pero, en la situación actual ¿realmente es posible? quiero decir ¿no pecan de izquierdismo todos aquellos que la anuncian?...hablando con Paco Frutos, comentaba que nuestra actual propuesta había virado hacia una demanda eminentemente socialdemocrata, nada revolucionaria, en base a que el acutal partido de la socialdemocracia, en el gobierno, aplica una política neoliberal en línea con la derecha eruropea. Entonces ¿nos radicalizamos y acusamos a todos aquellos que no lo hagan de revisionistas o contrarevolucionarios? ¿Dónde está, en nuestro país, la masa proletaria en la que se apoyaba la camarada Rosa para anunciar la revolución? El marxismo leninismo debe saber adaptar el discurso. De lo contrario, estaríamos haciendo demagogia.
Gustavo
(Colectivo Santiago Polo; Salamanca)
un saludo camarada.
Antes de nada comentar ke el señor (y cia) ke pactó con ese fascista llamado Joaquin Almunia (y cia) poco puede aportar a la revolucion proletaria.
Bien segun Frutos, y tu pareces estar de acuerdo, como el gobierno lleva a cabo politicas neoliberales (burguesas) los "comunistas" deben dar propuestas socialdemocratas (burguesas). Eso no es adaptar el discurso del marxismo leninismo, eso es adaptar una linea oportunista al momento "concreto" en pro de no perder los sillones en el parlamento burgues (algo ke por otra parte no les está saliendo muy bien). Hacer demagogia es precisamente eso, decir ke se es m-l y vender keynesianismo y socialdemocracia decirle a las masas ke reformando el capitalismo todo va a ser mui bonito.
Y este tipo de cosas un comunista SI tiene ke denunciarlas y a kienes las defienden tratarlos como lo ke son revisionistas contrarrevolucionarios, enemigos de la clase obrera (los bolcheviques antaño o los naxalitas hoy son un buen ejemplo de como tratar a los revisionistas, aunke evidentemente keda mucho para ke akí se llegúe a ese álgido y hermoso punto de la lucha de clases)
Por otro lado ¿donde esta en nuestro pais, la masa proletaria en la que se va a apoyar "nuestro" partido para llevar a cabo el viraje socialdemocrata?
¿No es verdaderamente izquierdista lanzarse a contarle chorradas pequeño-burguesas como el noseké digno (acaso habrá un curro o una vivienda digna para el obrero mientras siga sometido al burgues? a las masas cuando la Revolucion,si es ke ese es nuestro objetivo, no ha sido preparada (te recomiendo la primera parte de La enfermedad infantil...)?
¿No es izquierdista saltarse las tareas de la Revolucion Socialista?
¿Por ke en la Rusia atrasada si habia condiciones para la revolucion, y en uno de los mayores estados imperialistas del mundo del s. XXI, no las hay?
En tal kaso lo ke no hay hoy es factor subjetivo, es decir, Partido Leninista ke en Rusia se constituyó, entre otras cosas, tras décadas de lucha ideológica en la ke la linea revolucionaria salió triunfante. condiciones objetivas las hay a cascoporro y si no le preguntas a Botin o Toxo el de ccoo.
El comunista honrado luchará por reconstituir el Partido para hacer la revolución. El demagogo seguirá a la deriva del movimiento espontáneo, asi si tras 30 de pacto con la gran burguesía "monarikika" nos vemos expulsados del parlamento, vemos la luz y nos hacemos al republicanismo burgués, y por supuesto, revisionista y anti-proletario.
Salud
PD: ¿si el pp (neoliberal) hiciese politicas nazifascistas, tendriamos ke adapatar el discurso m-l para hacer demandas neoliberales? según esta teoria el proletariado debe crear su estrategia no ya dependiendo del caracter de clase del estado, sino del caracter de las politicas del gobierno de turno, me recuerda mucho a akello del "movimiento lo es todo y el objetivo final nada".
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