Por la Dignidad del Hospital Severo Ochoa por la Sanidad Pública
Secretaria Federal de Movimientos Sociales del PCE / 30 ene 08
Ningún auto de tribunal, ni siquiera el más favorable para los médicos del Hospital Severo Ochoa brutalmente perseguidos por haber ejercido de manera ejemplar su profesión de evitar el sufrimiento humano, podía restituir por sí mismo la justicia. El auto de la Audiencia Provincial de Madrid de antesdeayer deja meridianamente clara la verdad que debía haber resplandecido desde el principio, que nadie que no ocultara intereses bastardos dudaba: el doctor Montes y los demás profesionales crucificados de manera infame son inocentes, no ha habido «mala praxis» médica, las denuncias anónimas carecían de fundamento.Pero la simple declaración de la verdad no es suficiente para restituir la justicia. Porque ha sido mucho y profundo el daño hecho. En una sucia campaña de desprestigio de la sanidad pública y de sus profesionales emprendida por el gobierno de la Comunidad de Madrid y coreada por sus organizaciones de propaganda afines, en las que rigen los principios de la consigna burda y la omertá, se reprimió a los médicos, se les insultó, se arrebataron brutalmente expedientes hospitalarios, se envió a fanáticos a las puertas de los juzgados de Leganés para linchar al doctor Montes y se encizañó hasta extremos jamás vistos. Ha sido una campaña que ha podido alcanzar dimensiones de crimen contra la salud pública. Porque era esta última la verdadera víctima de la insidia, y por ella los miles de usuarios del Hospital Severo Ochoa, o de los demás hospitales públicos de Madrid. Porque el objetivo inconfesable aunque no por ello menos evidente del gobierno de Esperanza Aguirre era la privatización de la sanidad: el negocio, el negocio puro y duro, el lucro de unos pocos que no dudan en especular con lo más importante y que para el PP de Madrid ha estado siempre muy por encima de la vida, la muerte y el dolor de los ciudadanos. Los resultados han sido terribles. Se ha sembrado la desconfianza hacia la sanidad pública entre muchas personas. Se han deteriorado los servicios del Hospital Severo Ochoa por carencia de recursos y por la tensión cotidiana creada. Se ha retrocedido brutalmente en la medicina que busca paliar el sufrimiento innecesario de los pacientes. Todo por el negocio y por una moral medieval que impone el dolor como una especie de inevitable destino teológico de los humanos, aunque la ciencia pueda cuando menos reducirlo. La cacería de brujas dirigida por el gobierno de la Comunidad formará parte, sin duda, de la antología de la gran infamia en nuestro país.Por eso no basta con la verdad. Pero la verdad sí que es un paso importante. Y la lucha, que debe continuar, con el respaldo de toda la ciudadanía, sí que podrá acabar restañando las más horribles heridas y restaurando la justicia. Es imprescindible que respondan políticamente quienes utilizaron esta desgraciada situación para acometer su proyecto de destrucción de la sanidad pública madrileña y penalmente quienes orquestaron las denuncias falsas contra los profesionales sanitarios. Es inaplazable la movilización de los madrileños y madrileñas para exigir la inmediata dimisión de Esperanza Aguirre y del infausto consejero Lamela, que a la vista está suponen un grave peligro para la salud de sus conciudadanos. Es preciso que dimitan por embusteros, indecentes e hipócritas. Y es necesario que todas y todos colaboremos, con nuestros brazos y nuestro corazón, a la reconstrucción del excelente hospital que siempre fue el Severo Ochoa. Esto como primera piedra de la reconstrucción de una sanidad pública universal y de calidad en el conjunto de Madrid y de España.La verdad reconocida sin duda alguna por fin por la Audiencia Provincial de Madrid es el paso inicial, no suficiente pero trascendental y alentador. Y se lo debemos a la tenacidad admirable del doctor Montes y de todos los trabajadores y trabajadoras del Hospital Severo Ochoa que durante estos dos años de durísima resistencia han dado el mayor ejemplo de dignidad humana que se ha visto en décadas en este país. Por ello tantos miles de ciudadanos y ciudadanas os respaldaron y os seguirán respaldando. Por ello queremos que recibáis la más calurosa felicitación y el más emocionado abrazo de todo el Partido Comunista de España, de todos sus hombres y mujeres, que jamás dudaron ni un ápice de vosotros. Vosotros sois la imagen de nuestra esperanza, de la esperanza de muchos. Gracias por estar ahí y ánimo.
Secretaría Federal de Movimientos Sociales del PCE
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