Son ya 515 años los transcurridos desde que el imperialismo español comenzó a saquear los pueblos de América Latina. La invasión de las nuevas tierras significaba la posibilidad de abrir nuevas rutas comerciales que incluían, no solo las riquezas y bienes naturales de las nuevas colonias, si no incluso el tráfico de esclavos como mano de obra barata. Cacao, oro, caucho, especias, maderas y un sin fin de riquezas, fueron usurpadas por el imperio de la época.
A lo largo de la última mitad del segundo milenio, el nuevo mundo fue evangelizado y domesticado con un colosal esfuerzo misionero, por el cual todo valía con tal de subyugar a los pueblos latinoamericanos. Todo esto en nombre de “su majestades los reyes, con el objetivo de cumplir la sagrada misión de civilizar a los salvajes”.
La situación de explotación y exclusión del pueblo fue haciendo que cada vez se tomase mayor conciencia de las diferencias existentes entre la metrópolis y los territorios coloniales, y, con esta toma de conciencia, comenzó a manifestarse el sentimiento patrio y de identidad nacional. El incipiente nacionalismo contribuyó, pues, a cuestionar el orden colonial prevaleciente.
Fueron héroes como Maceo, Simón Bolívar, Francisco de Miranda o Bernardo O'Higgins los que dejaron su huella en el desarrollo de una nueva identidad nacional. Criollos, negros, mestizos, mulatos e indios, lograron sustituir los poderes metropolitanos, y asumieron el mando. El reto mayor fue lograr la integración de los nuevos estados recién creados, pero para esto era necesario algo más que un fuerte deseo de libertad. Al igual que el levantamiento de la Comuna de Paris fue rápidamente traicionado los movimientos de liberación latinoamericanos pasaron a ser explotados por una nueva clase, la nueva burguesía nacional.
El capitalismo mas salvaje sigue presente en los pueblos latinoamericanos. Las nuevas formas de explotación se desarrollaron en forma de multinacionales, oligopolios, bancos, es decir Telefónica, Banco Santander, PRISA, Repsol. Cada plan de desarrollo basado en el libre comercio ha supuesto un endeudamiento y una pérdida del control de los bienes y recursos naturales de los países. A la vez que los prestamos hipotecarios para el desarrollo propuestos por el FMI y el BM, lo único que han conseguido es aumentar la deuda externa.
Los pueblos cansados de traidores y tiranos que vendían la patria al mejor postor, comienzan a ver la revolución como la única alternativa. Cuba, uno de los últimos en liberarse de la dominación colonislista española, fue el primero en emanciparse por completo del colonialismo, jugando un papel fundamental en el despertar de los pueblos excluidos y explotados por el neoliberalismo, dando toda su experiencia a los países hermanos.
Hoy vemos como Latinoamérica es un verdadero hervidero de revoluciones. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, caminan rumbo al socialismo conscientes de que este es la única solución a las desigualdades sociales. Otros sin embargo, son duramente perseguidos y reprimidos, por paramilitares al servicio de la oligarquía financiera, como el caso de Colombia.
No podemos sentirnos orgullosos de ser los principales expoliadores y explotadores de nuestros hermanos latinoamericanos. El día de la hispanidad representa algo más que el descubrimiento de nuevas tierras, y desde luego no significó el hermanamiento con un mundo nuevo, ni la iniciación de un periodo de proyección lingüística y cultural en América.
La Unión de Juventudes Comunistas de España quiere manifestar su más enérgica repulsa ante la celebración de este día y quiere mostrar toda la solidaridad para nuestros hermanos y hermanas latinoamericanas, aplaudiendo el comienzo de la emancipación y la construcción del socialismo latinoamericano, conscientes de que la unidad y la solidaridad internacionalista son el mejor camino para la creación, como buscaba el Che, del hombre nuevo.
A lo largo de la última mitad del segundo milenio, el nuevo mundo fue evangelizado y domesticado con un colosal esfuerzo misionero, por el cual todo valía con tal de subyugar a los pueblos latinoamericanos. Todo esto en nombre de “su majestades los reyes, con el objetivo de cumplir la sagrada misión de civilizar a los salvajes”.
La situación de explotación y exclusión del pueblo fue haciendo que cada vez se tomase mayor conciencia de las diferencias existentes entre la metrópolis y los territorios coloniales, y, con esta toma de conciencia, comenzó a manifestarse el sentimiento patrio y de identidad nacional. El incipiente nacionalismo contribuyó, pues, a cuestionar el orden colonial prevaleciente.
Fueron héroes como Maceo, Simón Bolívar, Francisco de Miranda o Bernardo O'Higgins los que dejaron su huella en el desarrollo de una nueva identidad nacional. Criollos, negros, mestizos, mulatos e indios, lograron sustituir los poderes metropolitanos, y asumieron el mando. El reto mayor fue lograr la integración de los nuevos estados recién creados, pero para esto era necesario algo más que un fuerte deseo de libertad. Al igual que el levantamiento de la Comuna de Paris fue rápidamente traicionado los movimientos de liberación latinoamericanos pasaron a ser explotados por una nueva clase, la nueva burguesía nacional.
El capitalismo mas salvaje sigue presente en los pueblos latinoamericanos. Las nuevas formas de explotación se desarrollaron en forma de multinacionales, oligopolios, bancos, es decir Telefónica, Banco Santander, PRISA, Repsol. Cada plan de desarrollo basado en el libre comercio ha supuesto un endeudamiento y una pérdida del control de los bienes y recursos naturales de los países. A la vez que los prestamos hipotecarios para el desarrollo propuestos por el FMI y el BM, lo único que han conseguido es aumentar la deuda externa.
Los pueblos cansados de traidores y tiranos que vendían la patria al mejor postor, comienzan a ver la revolución como la única alternativa. Cuba, uno de los últimos en liberarse de la dominación colonislista española, fue el primero en emanciparse por completo del colonialismo, jugando un papel fundamental en el despertar de los pueblos excluidos y explotados por el neoliberalismo, dando toda su experiencia a los países hermanos.
Hoy vemos como Latinoamérica es un verdadero hervidero de revoluciones. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, caminan rumbo al socialismo conscientes de que este es la única solución a las desigualdades sociales. Otros sin embargo, son duramente perseguidos y reprimidos, por paramilitares al servicio de la oligarquía financiera, como el caso de Colombia.
No podemos sentirnos orgullosos de ser los principales expoliadores y explotadores de nuestros hermanos latinoamericanos. El día de la hispanidad representa algo más que el descubrimiento de nuevas tierras, y desde luego no significó el hermanamiento con un mundo nuevo, ni la iniciación de un periodo de proyección lingüística y cultural en América.
La Unión de Juventudes Comunistas de España quiere manifestar su más enérgica repulsa ante la celebración de este día y quiere mostrar toda la solidaridad para nuestros hermanos y hermanas latinoamericanas, aplaudiendo el comienzo de la emancipación y la construcción del socialismo latinoamericano, conscientes de que la unidad y la solidaridad internacionalista son el mejor camino para la creación, como buscaba el Che, del hombre nuevo.